“Te lo digo yo, y punto. Calla y obedece”
Es la típica frase, que por desgracia los padres dicen con
frecuencia a sus hijos para “convencerles” de que obedezcan…
Se convencen de su utilidad por su eficacia, pero ignoran
que no es por obediencia basada en respeto, sino en miedo a las consecuencias...
A otros simplemente les da igual, mientras consigan la respuesta
deseada.
Me parece muy lamentable que a menudo muchas madres y padres (No todos por suerte) traten a sus hijos como si fueran tontos, no pequeños.
Pues ni tan siquiera intentan hacerles entender el porqué de sus "ordenes". Pues se convierten en eso, no en sugerencias, peticiones o lógicos aprendizajes.
Más de uno se sorprendería si intentase razonar con ellos, optando
por hablar de igual modo que a un adulto. Explicando con claridad y
sin necesidad de ñoñerias lo que deseamos transmitir.